Tuvimos suerte de aparcar en la primera zona, de la que vas entrando al pueblo, porque luego vimos poco sitio más con zonas de aparcamiento, así que si vas en temporada alta, si ves un hueco, aparca sin pensarlo.
El pueblo es precioso y es característico por las casas que rodean al río Deva, que crean un conjunto muy bonito y llamativo. os dejo algunas fotos:
Y antes de ir buscamos el sitio para comer ya que en esos días, es mejor tener la reserva hecha , para evitar el problema de encontrarte todo lleno.
Lo más típico por esa zona, la comarca de Liébana, es el cocido, pero en esos días de calor, la verdad que no nos apetecía y buscábamos un sitio diferente, para no comer el típico menú.
Así que encontramos por internet este: La Soldrería de Potes. Tiene una amplia terraza pero a nosotros nos pusieron en un comedor interior, así que no vimos mucho y había mucha gente, por lo que no quise andar cotilleando mucho, pero tiene muy buena pinta.
Se le puede seguir por Facebook: https://www.facebook.com/lasoldreria?fref=ts
Aquí os dejo la foto de la entrada (que nos costó encontrar, menos mal que iba con el GPS del móvil y su ubicación):
Y la sala donde comimos:
(pudimos hacer la foto porque reservamos a las 15 horas y fuimos los últimos en irnos jejeje)
Pedimos consejo al chico porque habíamos leído muy buenas reseñas de varios entrantes pero nos daba miedo pasarnos pidiendo.
Así que pedimos:
"Pankostinos": langostinos marinados estilo Japonés y rebozados en panko crujiente.
Muy ricos, diferentes y la salsa les daba el punto perfecto. Era salsa de soja con alguna especia, me pareció curry pero el chico nos dijo que llevaba jengibre y algo más.
Rabas en harina de garbanzos. Le da otro punto a las típicas rabas de calamar rebozadas. Muy rico. Queríamos probarlo y el chico nos recomendó media ración, que es lo que nos sirvieron y acertaron.
Y ahora el plato principal para 3 personas:
Lomo de bacalao sobre salsa verde de puerros y cayena, con panaderas, pimiento y ali-oli.
Suave y delicioso.
Ovillos de panceta adobada rellenos de solomillo, con salsa de queso de Pido (vaca). Sabrosísimos, se deshacía en la boca y la salsa muy suave, este queso es azul como el Cabrales pero más fino.
Y la que más arriesgó fui yo jejeje con:
Timbal (cuscús de brócoli sobre cama de patata y zanahoria). Impresionante lo rico que estaba!! lo del cuenco era como tomate rallado con alguna salsa y todo marinado tirando a ácido, que le daba un toque distinto pero muy rico.
Dejamos sitio para el postre:
Yogur natural artesano (Pido), hecho con leche de Liébana, con azúcar, miel o confitura.
Tarta de limón, sobre pasta quebrada, con almendras y sirope de naranja.
Tarta de mousse de chocolate con bizcocho y frutos secos.
Estaba todo espectacular, con una atención impecable y nos gustó muchísimo. Cumplió las expectativas 100%. Es una pena que no lo tengamos cerca porque te quedas con las ganas de probar todo. Muy recomendable.
Luego dimos una vuelta y tomamos el café en una de las muchas terrazas que hay. Un día redondo.
Volvimos por el Puerto San Glorio, que pilla muy cerca y de vuelta para casa.
No es necesario hacerse cientos de kilómetros para descubrir rincones especiales y probar platos originales y nuevos, tienes lugares y rincones mágicos más cerca de lo que piensas. Investiga y verás.
Espero que os haya gustado.
Gracias por leerme y ya sabes, tienes el paraíso más cerca de lo que piensas ;)
(fotos del Collado de Llesba, en el alto del puerto de San Glorio, ésta vez lo conseguimos ver sin niebla, muy bonito!)
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