Es una ciudad con un casco histórico de gran valor, rodeado por su impresionante muralla.
Para aparcar lo vimos muy bien porque, a las afueras de la muralla pero muy cerca del centro, vimos la zona verde (que no es para residentes como pasa en otras ciudades) y resulta que te deja estacionar durante gran espacio de tiempo y por poco dinero, mucho mejor que la azul y sin el límite de las dos horas.
Llegamos enseguida a la Plaza Mayor y alrededores, con soportales y amplias plazas cercanas, como la Plaza del Mercado Chico, donde se hace el mercado semanal.
El edificio de la Diputación de Ávila.
Y llegamos a uno de los accesos a la muralla. La muralla consta de dos tramos y se puede subir por los dos lados de la catedral. El precio es de 5 € pero te sirve para el recorrido completo, además de disponer de audio-guía sin coste añadido.
Las vistas desde la muralla son increíbles.
Uno de los lados de la Catedral de Ávila.
Camino del otro tramo de muralla, nos encontramos con la catedral de frente. Muy bonita, pero no nos dio tiempo a entrar. Vale 5 € la entrada.
Siguiente tramo de muralla
Las terracitas de los alrededores vistas desde arriba.
Muy cuidada.
Grandes y amplias plazas con mucha historia (nos lo iba contando la audio-guía)
Tramos más estrechos
Otra vista de la catedral, me pareció muy bonita.
Y llegó el turno de comer.
Después de ver muchos carteles de los menús, nos decidimos por uno cerca de la Plaza Mercado Chico:
Restaurante Coco, en la calle Vallespín, número 3. (Link a su web aquí)
Tenían un menú degustación para dos personas, donde el protagonista era el chuletón de Ávila, así que no nos pudimos resistir.
Debo decir que predomina este tipo de menú en la gran mayoría de restaurantes del casco antiguo.
Y empezamos con el menú:
-Cazuelita de patatas revolconas
-Judiones
-Revuelto de morcilla
-Migas del pastor con huevo
-Saquitos de membrillo y queso
Y el plato principal: Chuletón de 800 gr
Y de postre: helado y tarta de queso
Todo muy rico y quedamos a reventar!!
El café decidimos ir a tomarlo a otro sitio y buscar un lugar especial.
Ya había buscado terrazas dónde tomar algo y lo tenía apuntado:
Palacio de los Velada. (Link a su web aquí)
Un hotel de 4 estrellas en la misma plaza de la catedral. Y no nos defraudó. Mirar que patio!!
Estaban terminando de dar las comidas y en un extremo hay sillones, donde nos sentamos a tomar un café. Fueron súper atentos y serviciales. No paraba de pasar gente hacia las habitaciones. Un lugar ideal para pasar la sobremesa, sin duda. (También disponían de un menú degustación con el chuletón como protagonista y a un precio similar al resto).
Y, como recuerdo, últimamente me gusta llevarme algo de su gastronomía y, estando en Ávila, no podíamos irnos sin una caja de Yemas.
Habíamos visto una confitería en la Plaza del Mercado Chico y decidimos ir.
Pastelería Iselma. Os dejo su web: iselma.com/
Solo con ver el escaparate ya te apetece llevarte media tienda.
Y nuestro arsenal:
Y unas aceitunas!! resulta que eran de chocolate con una almendra garrapiñada dentro. Bien ricas!! eso si, cuidado con los dientes que están durillas por la cobertura de chocolate.
Hasta aquí nuestra visita. Las agujetas del día anterior hicieron acto de presencia y queríamos volver a casa a descansar.
A las afueras de Ávila está el Mirador "Los 4 Postes", donde tienes unas vistas increíbles y de noche tiene que ser alucinante.
Me encantó conocer Ávila y me quedo con ganas de seguir conociendo la provincia, creo que tiene mucho por descubrir.
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Y ya sabéis, tenemos el paraíso más cerca de lo que nos pensamos.
Gracias por leerme.
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